Bartłomiej Kubkowski

Un visitante que quiere cruzar el Báltico”.

Esto es lo que dice de sí mismo Bartłomiej Kubkowski, embajador de marca de Balticus, fabricante polaco de prestigiosos relojes para hombre y mujer.

Como muchas cosas importantes en la vida, la aventura de Bartholomew con la natación empezó de forma totalmente inesperada. A los ocho años, se presentó al relevo de natación, al que le faltó un participante para competir en la competición intercolegial. El éxito, ya que el 2º puesto que él y sus colegas obtuvieron en su momento debe considerarse en tales términos, hizo del agua su elemento, que decidió domar y que cautivó su imaginación.

“La natación, o más bien el deporte en general, porque también practiqué artes marciales, me enseñó autodisciplina y me hizo darme cuenta de que la única persona con la que puedo contar en cualquier situación y de la que puedo esperar cualquier cosa soy yo mismo. Me di cuenta de que para triunfar hay que trabajar duro, y el deporte me dio la oportunidad de superar barreras. Siempre me ha motivado a hacer más el hecho de que algo no se pueda hacer. A medida que ponía en práctica más planes de entrenamiento, siempre me entusiasmaba escuchar de alguien al margen que hacerlo no era posible. Entonces supe que la dirección en la que iba era la correcta, y con una determinación extra superé más barreras y los límites de lo imposible

Bartolomé es originario de Masuria. Creció rodeado de grandes lagos y una naturaleza maravillosa. El agua siempre le ha acompañado. En 2008, a los 13 años, leyó información sobre un temerario que cruzó a nado el lago Niegocin. Esta información cautivó su imaginación. Decidió aceptar el reto y enfrentarse a las aguas abiertas.

En las aguas abiertas del lago Niegocin, sentí la libertad. Nada me limitaba, ni cuerdas, ni vías, ni paredes del vaso de la piscina. El contacto directo con la naturaleza proporcionaba una diversión indescriptible. Resultó que cada inhalación iba acompañada de una sensación completamente distinta. Se podría decir que al navegar en aguas abiertas estoy explorando un mundo desconocido, que ofrece una experiencia diferente cada vez y que quiero explorar sin cesar”, afirma Bartholomew con pasión.

Cuando Bartolomé habla de momentos decisivos en su vida, considera que uno de ellos fue el día en que se encontró cara a cara con el mar Báltico. El agua le bañaba los pies y él miraba hacia delante, preguntándose qué habría más allá del horizonte. Fue entonces cuando pensó por primera vez. ¿Es posible cruzar a nado el Báltico? Al principio le pareció completamente irracional, y causó bastante risa entre aquellos con quienes Bartolomé lo compartía. Entonces tenía menos de 15 años.

Han pasado doce años.

El 8 de agosto de 2022, a las 8:20 de la mañana en el embarcadero de Kołobrzeg, Bartłomiej entró en el agua con la intención de nadar 170 km y llegar a la costa sueca por sus propios medios. Así es como la historia de un joven de quince años cerró el círculo. Así es como, después de una docena de años, Bartłomiej hizo realidad un sueño que muchos trataron con un guiño. El intento terminó tras 32,5 horas y nadar 115 de los 170 kilómetros. Bartholomew tuvo que salir del agua.

Según cuenta, “durante las últimas cuatro horas del desafío, debido a las corrientes, estuve nadando en el sitio, sin avanzar nada”, y añade “no tenía sentido seguir con la tarea, tenía que reconocer el poder de la naturaleza. Sin embargo, sentí que no había sido derrotado por ella, sino que sólo había recogido una lección inestimable de la que tenía que aprender para poder intentarlo de nuevo”.

Bartholomew nunca consideró la tarea como un desafío lanzado a la naturaleza. Las muchas horas que pasó en masas de agua abiertas le enseñaron a tratar el agua con el debido respeto. Se ha hecho amigo de ella y ha comprendido que cuando entra en un lago o en el mar Báltico, es un invitado y debe aceptar las reglas de la naturaleza. Por eso no renuncia a su mayor sueño e intentará de nuevo en 2023, junto con su amigo acuático, convertirse en el primer hombre en cruzar a nado el mar Báltico.

Bartłomiej Kubkowski – Embajador de la marca Balticus

Compré mi primer reloj Balticus por mi cuenta, hace unos años. Me gustó mucho el diseño y la fabricación y, además, nunca me falló. Cuando surgió la oportunidad de trabajar con Balticus, mi experiencia previa con un reloj de este fabricante sin duda me ayudó a tomar la decisión. Me guío por el principio de que sólo apoyo marcas y productos polacos que sean de la máxima calidad, y la filosofía que subyace a su creación sigue estando en consonancia conmigo. Balticus encajaba perfectamente en estos supuestos, así que la decisión fue muy sencilla. Trabajamos juntos.

Es interesante señalar que en la comunidad de nadadores se me conoce como “Seal” y el primer reloj que recibí como parte de la colaboración, de Balticus, fue el modelo Grey Seal 😊.

Actualmente tengo 6 modelos de relojes Balticus, y todos me gustan mucho. Si tuviera que nombrar mi favorito, sin duda pondría en primer lugar el Moonfish con su esfera naranja, pero justo detrás está el Grey Seal con su sensacional esfera verde.”

Bartosz Knop, fundador y propietario de Balticus

“Balticus está en una onda ascendente y creo que para que siga así debo invertir en personas llenas de pasión, determinación y amor por lo que hacen.

Cuando conocí a Bartłomiej Kubkowski, no tuve ninguna duda de que representaba todas las cualidades que definen el ADN de la marca Balticus”. Hablando de su pasión, Bartłomiej, con cada palabra y cada gesto, me invitó a entrar en su mundo, tan cercano a mí. El mar Báltico dio origen al nombre de mi empresa. Decidí que el proyecto que se le ocurrió a Bartłomiej, “Ultra Baltic Swim”, que consiste en cruzar a nado el Mar Báltico, no debía tener lugar sin Balticus.

Quiero que mi empresa esté con personas que escriban historia, y Bartłomiej Kubkowski es sin duda una de ellas. Creo firmemente en nuestra cooperación y estoy deseando que se convierta en el primer hombre del mundo en cruzar a nado el Mar Báltico y domar un elemento tan bello como peligroso.”